Agenda de Obama no contempla atención a las elecciones

EFE Washington, D.C. 04-11-2014 09:55

El mandatario sostendrá reuniones a puerta cerrada en la Casa Blanca.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dedicará la jornada electoral de este martes a mantener varias reuniones en la Casa Blanca cerradas a la prensa sobre cuestiones económicas, de defensa y sobre la lucha contra el Ébola.

Según la agenda divulgada por la Casa Blanca, Obama no tiene ninguna actividad pública este martes, día en que los estadounidenses acuden a las urnas para renovar la totalidad de los 435 miembros de la Cámara de Representantes, un tercio de los 100 escaños del Senado y para elegir a los gobernadores de 36 estados.

Son unas elecciones importantes para Obama, dado que si los republicanos logran arrebatar a los demócratas el control del Senado el presidente tendrá menos margen de maniobra para sacar adelante su agenda en los poco más de dos años que le quedan de mandato.

Tras mantener un almuerzo con su vicepresidente, Joe Biden, Obama tiene previsto recibir en el Despacho Oval a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

Este lunes Obama sostuvo un encuentro con la presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, como parte del "continuo diálogo" sobre el estado de la economía nacional y global, y sus perspectivas "a largo plazo", de acuerdo con la Casa Blanca.

Ya por la tarde, Obama se reunirá con su secretario de Defensa, Chuck Hagel, previsiblemente para abordar el desarrollo de la campaña militar internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.

Por último, el presidente dialogará con sus equipos de seguridad nacional y salud pública sobre la respuesta al Ébola tras el diagnóstico de varios casos del virus en el país.

El presidente prevé seguir por la noche los resultados de la jornada electoral desde la Casa Blanca, según indicó este lunes su portavoz, Josh Earnest.

Obama se ha mantenido alejado de las contiendas más reñidas del Senado para que su baja popularidad no perjudique a los aspirantes demócratas y ha participado en muy pocos actos públicos de campaña.