Activistas urgen a Obama a actuar en inmigración
Dicen que Obama ha sido lento para captar emociones acumuladas en la comunidad latina.
Latinos y activistas en pro de una reforma inmigratoria advirtieron sobre riesgos políticos para el presidente Barack Obama y los demócratas en las elecciones de fin de año a menos que el mandatario actúe pronto y con firmeza para detener las deportaciones y permitir que más inmigrantes permanezcan legalmente en Estados Unidos.
Muchos activistas dicen que Obama ha sido lento para captar las emociones que se están acumulando en la comunidad latina conforme las deportaciones por parte de su gobierno se acercan a la cifra de dos millones y se desvanecen las esperanzas de una legislación que reestructure el sistema de inmigración.
Dado que resulta improbable que los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes aborden el tema de la reforma, una acción ejecutiva de Obama se perfila cada vez más la única esperanza de los activistas.
"Existe un enojo tremendo en la base electoral del presidente y en las comunidades latinas y asiáticas en particular", dijo Deepak Bhargava, director ejecutivo del Centro para el Cambio Comunitario, el cual apoya el cambio a la ley de inmigración. "Tiene que tomar una decisión transcendental".
Los activistas atribuyen a sus protestas y huelgas de hambre que Obama haya ordenado al nuevo secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson que revise la política de deportaciones del gobierno y sugiera maneras de humanizarla más. Ahora ellos están enfocados en asegurar obtener el resultado que quieren: una ampliación del decreto de Obama que permite expedir permisos de trabajo a inmigrantes que fueron traídos al país de manera ilegal cuando eran niños y que hayan asistido a la escuela o prestado servicio en las fuerzas armadas.
El programa ha ayudado a más de 600.000 personas. Los activistas quieren que se amplíe para incluir a más inmigrantes, como aquellos que han estado en Estados Unidos al menos cinco años o a quienes desde su llegada han tenido hijos. Dependiendo de cómo sea definido, eso podría ayudar a muchos millones más.
Obama ha dicho que no tiene la autoridad para tomar una decisión así sin el Congreso. En una reunión efectuada el martes en la Casa Blanca con líderes religiosos, el presidente enfatizó que no tomaría acciones unilaterales cuando aún exista una oportunidad de que el Congreso actúe, dijeron participantes.
Los republicanos han advertido que una medida unilateral por parte de Obama terminaría cualquier posibilidad de cooperación en una legislación sobre inmigración. Diez meses después de haber sido aprobada en el Senado, en la cámara baja está estancada una legislación para mejorar la seguridad en la frontera y ofrecer un mecanismo de naturalización a muchos de los aproximadamente 11,5 millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin autorización.