Abre Rusia caso penal por "genocidio" de población rusohablante en Ucrania

EFE Moscú 29-09-2014 13:08

Denunció los supuestos "crímenes de guerra" cometidos contra civiles.

El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) abrió este lunes un caso penal por lo que calificó de "genocidio" de la población rusohablante de las regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk, por parte de las fuerzas gubernamentales de Ucrania.

"Dictaron órdenes dirigidas al completo exterminio precisamente de los ciudadanos rusohablantes que viven en el territorio de las repúblicas de Donetsk y Lugansk", afirmó Vladímir Markin, portavoz del CIR, al anunciar la apertura del caso.

Markin aseguró que "el genocidio de la población rusohablante" fue perpetrado por "individuos no identificados de entre los altos cargos políticos y militares de Ucrania, las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional y el Sector de Derechas", una organización ultranacionalista cuyos voluntarios participaron en los combates.

Como resultado, desde el 12 de abril y en violación de la Convención de 1948 sobre Genocidio y otras leyes internacionales, habrían muerto no menos de dos mil 500 personas en Donetsk y Lugansk.

Para "el asesinato de ciudadanos rusohablantes" las fuerzas ucranianas habrían utilizado lanzaderas Grad y Uragan, cohetes de aviación con cabezas de racimo, misiles tácticos Tochka-Y y otro armamento pesado "de acción indiscriminada", denunció.

Recordó que más de medio millar de edificios de viviendas fueron destruidos, además de escuelas y hospitales, lo que obligó a más de 300 mil personas a refugiarse en territorio ruso.

El CIR es un órgano judicial adscrito en el pasado a la Fiscalía General y ahora dependiente de la presidencia rusa y que acostumbra a encargarse de los casos más importantes y controvertidos en materia política, penal y criminal.

En días pasados, la Cancillería rusa denunció los supuestos "crímenes de guerra" cometidos contra civiles por las fuerzas gubernamentales ucranianas durante los combates con las milicias prorrusas en el este de Ucrania.

Moscú reaccionó de este modo al hallazgo por parte de los separatistas de varias fosas comunes en la región de Donetsk, una con una treintena de cadáveres de civiles en la localidad de Telmanovsk y otras dos dentro de una mina con cinco milicianos y cuatro civiles.