Se reúne Obama con latinos; esperan menos deportaciones
Obama anunció había buscar una manera más "humana" de aplicar las leyes de inmigración.
Grupos latinos y activistas en favor de los migrantes dijeron este viernes que esperan que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reduzca las deportaciones de indocumentados tras discutir sus preocupaciones con él durante casi dos horas.
Obama anunció el jueves que había decidido revisar las prácticas de deportación para buscar una manera más "humana" de aplicar las leyes de inmigración.
Su sorpresiva decisión llegó tras meses de presión de parte de grupos latinos, que se sienten frustrados por sus paralizados esfuerzos para reformar las leyes de inmigración para dar un camino a la ciudadanía a unos 11 millones de personas que viven ilegalmente en Estados Unidos.
Más de una decena de defensores de la migración se reunieron con Obama, el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, y otros funcionarios de alto rango de la Casa Blanca.
El grupo incluyó a Janet Murguia, presidenta del Consejo Nacional de La Raza. Este mes en un discurso, Murguia describió a Obama, que es conocido como comandante en jefe, como "deportador en jefe".
Murguia dijo a periodistas que sus "duras palabras" estuvieron justificadas porque "nuestra comunidad está en crisis", con familias que son separadas por las deportaciones.
"(Obama) nos pidió que trabajáramos directamente con el secretario Jeh Johnson para encontrar maneras realmente más humanas de poder resolver la situación y reducir esas deportaciones siempre que podamos", declaró.
La primera reunión se llevará a cabo la semana próxima.
"Nuestra esperanza y expectativa es que con eso haya algún tipo de reducción en el nivel de las deportaciones", sostuvo Murguia.
En el 2012, Obama hizo que el Departamento de Seguridad Nacional detuviera temporalmente las deportaciones de niños indocumentados que eran ingresados a Estados Unidos por sus padres.
Expertos en legislación sobre migración dijeron que Obama podría usar su autoridad ejecutiva para detener también las deportaciones de los padres de esos niños para mantener unidas a las familias.
El presidente ha convertido a la reforma de migración en una de sus principales prioridades, incluso aunque su administración ha aplicado agresivamente las leyes existentes, deportando unos dos millones de personas desde su asunción.
El Senado, con mayoría demócrata, aprobó un proyecto de ley de migración, pero los esfuerzos por modificar la legislación se han estancado en la Cámara de Representantes, que es controlada por los republicanos.