Posponen ejecuciones en Oklahoma por falta de fármacos para inyección
Legisladores de tres estados están considerando restituir las ejecuciones por fusilamiento.
Una corte de apelaciones de Oklahoma ordenó aplazar un par de ejecuciones debido a que el estado no puede obtener los fármacos letales que requiere para realizarlas.
La ejecución de Clayton Lockett, inicialmente prevista para este jueves, fue pospuesta para el 22 de abril próximo, y la de Charles Warner, programada para el 27 de marzo, se aplazó hasta el 29 de abril, de acuerdo con documentos de la corte. La orden se emitió luego que el pasado lunes la oficina del procurador general de Oklahoma informó que habían fallado sus esfuerzos por obtener los fármacos necesarios para las ejecuciones.
La escasez es propiciada por la negativa de las compañías farmacéuticas a suministrar los medicamentos necesarios para realizar las ejecuciones y de las farmacias para preparar los compuestos necesarios para asegurar una muerte rápida.
Varias de las compañías farmacéuticas con sede en Europa, donde se tiene una larga tradición de oposición a la pena de muerte, han dejado de vender estos medicamentos a los sistemas penitenciarios de las entidades estadounidenses que aplican el castigo capital.
En 2011, la compañía europea Hospira dejó de producir el tiopental sódico ante las presiones de los gobiernos de la comunidad europea inconforme sobre su uso en las ejecuciones en Estados Unidos. Las diversas entidades comenzaron entonces a utilizar el químico pentobarbital para aplicar la pena de muerte, pero su fabricante Lundbeck, con sede en Dinamarca, prohibió a las prisiones estadunidenses el uso de sus medicamentos en ejecuciones.
Las diversas entidades que aplican la pena de muerte se han visto forzadas a recurrir a farmacias de compuestos, que fabrican fármacos personalizados bajo pedido y adoptan nuevas mezclas no probadas, para abastecerse de lo necesario para conducir las ejecuciones.
Legisladores en al menos tres entidades, Ohio, Missouri y Wyoming, están considerando restituir las ejecuciones de reos mediante fusilamiento, ante la dificultad para obtener los medicamentos de las inyecciones letales. La legislatura de Virginia intentó restablecer la silla eléctrica como método de ejecución, pero la propuesta fue rechazada.