Policía turca dispersa protesta de 10 mil personas por el desastre minero
La protesta exige que el gobierno "rinda cuentas al pueblo".
La policía antidisturbios turca ha dispersado con gas lacrimógeno y cañones de agua a presión una protesta de unos 10 mil manifestantes en Soma, la ciudad donde el pasado martes se produjo el accidente más grave de la historia de la minería en el país.
Un amplio contingente de la policía ha cerrado el camino a una marcha de protesta que a media tarde recorría las calles de Soma para exigir que el gobierno "rinda cuentas al pueblo", según han informado los medios turcos en sus ediciones electrónicas.
Numerosos mineros han denunciado en los últimos días la preocupante ausencia de medidas de seguridad en las minas turcas, que achacan a una falta de supervisión por parte del Gobierno, más interesado en privatizarlas que en un control exhaustivo de las condiciones de trabajo.
La Policía ha pedido por megáfono que se separasen los residentes de Soma para intervenir únicamente contra los manifestantes, supuestamente llegados de otros lugares.
En los últimos días ha habido protestas similares, también reprimidas por la Policía, en las ciudades de Estambul, Esmirna y Ankara, entre otras, pero es la primera intervención de este tipo en la propia ciudad donde tuvo lugar el accidente minero.