Políticos se vuelven corruptos cuando se alejan del pueblo: Papa
Emitió su mensaje ante políticos italianos.
El Papa Francisco advirtió este jueves que los políticos alejados del pueblo, encerrados en sus propios grupos o partidos, en las luchas internas, endurecen su corazón y se convierten en corruptos.
“Para los corruptos, al contrario que para los pecadores, es muy difícil volver atrás”, señaló durante una misa celebrada ante más de 500 parlamentarios y políticos italianos en la Basílica de San Pedro del Vaticano.
Originalmente la celebración se iba a realizar para algunas decenas de personas en la capilla de la Casa de Santa Marta, la residencia papal, pero ante el número de interesados en asistir se movió al Altar de la Cátedra de la basílica.
La eucaristía participó buena parte de la clase política, encabezada por el presidente del Senado, Pietro Grasso, y la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini.
Del total de 518 asistentes, 298 eran diputados, 176 senadores, tres parlamentarios europeos y 23 ex parlamentarios. De entre ellos se encontraban nueve ministros del gobierno y 19 subsecretarios.
Jorge Mario Bergoglio, comentando las lecturas del día, quiso centrar su discurso que pareció un verdadero reclamo sobre el hecho que al tiempo de Jesús existía una clase dirigente que se había alejado del pueblo, lo había abandonado, “incapaz de hacer otra cosa sino seguir la propia ideología, los intereses de partido y las luchas internas”.
“El corazón de esta gente, de este grupito con el tiempo se había endurecido tanto, tanto, tanto que era imposible para ellos sentir la voz del señor. Y como pecadores, resbalaron, se volvieron corruptos”, indicó.
“Es muy difícil que un corrupto logre volver atrás. El pecador sí, porque el señor es misericordioso y nos espera a todos. Pero el corrupto está fijado con sus cosas, y estos eran corruptos”, dijo el pontífice.
“Por esto se justifican, porque Jesús, con su simpleza pero con la fuerza de Dios, les molestaba”, agregó.
Señaló que ellos se equivocaron de camino, resistieron a la salvación del amor del señor y así cayeron en la fe, de una teología de fe a una teología del deber.