Michelle Obama visita la Gran Muralla
Acompañada de sus hijas Malia y Sasha.
La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, recorrió este domingo junto a sus hijas, Malia y Sasha, una de las secciones de la Gran Muralla China más cercanas a Beijing, en su último día de estancia en esta capital antes de continuar su viaje a las ciudades chinas de Xian y Chengdu.
Vestida completamente de negro, mientras que su hija Malia lucía un pantalón negro con camiseta blanca y Sasha una camiseta azul con pantalones negros, Obama pudo apreciar una parte de la muralla que data de la dinastía Ming, tras almorzar en una antigua escuela reconvertida en hotel y restaurante en las inmediaciones del monumento, en un día notablemente más contaminado que los que había podido disfrutar hasta ahora durante su visita.
Previamente, la esposa del presidente Barack Obama había participado en una mesa redonda sobre educación en la Embajada de EU en Beijing junto a maestros y familias chinas, donde destacó la importancia de una educación de calidad.
Para ella, subrayó, se trata de algo "personal, porque no estaría aquí hoy si mis padres no hubieran invertido en que yo recibiese una buena educación y me presionaran para aprovecharla".
"Mis padres no tuvieron oportunidad de educarse, pero una de las cosas que entendieron fue que mi hermano y yo necesitábamos esa base", declaró la primera dama.
Su llegada a la Embajada motivó una pequeña alerta de seguridad, cuando dos aparentes peticionarios -personas que acuden a las altas instancias para intentar que se interesen por agravios sufridos en niveles administrativos inferiores- en los alrededores de la legación empezaron a gritar y agentes de policía y guardias de seguridad de paisano se abalanzaron contra ellos.
Obama se encuentra en China, junto a sus hijas y su madre, Marian Robinson, para una visita de una semana en la que busca tender puentes a través de una "diplomacia suave" entre China y EU, especialmente en el área de la educación y la cultura.