Más de 800 españoles alquilan vientres en el extranjero
En España la maternidad subrogada no está permitida.
Alrededor de 800 familias españolas contratan vientres de alquiler en el extranjero cada año, ahora la mayoría de ellas en Ucrania, aunque está creciendo en México, ya que la denominada maternidad subrogada está prohibida por la legislación española.
Este proceso, que cuesta de 50 mil a 200 mil euros, sólo cuenta con cobertura jurídica específica en Estados Unidos, Ucrania, Rusia, México, Georgia y Kazajistán, explicaron expertos de Subrogalia, la compañía de un bufete de abogados que organiza hoy en Barcelona (noreste) la primera conferencia sobre vientres de alquiler.
En España, como en la mayoría de países del mundo, la maternidad subrogada no está permitida, pero hasta el pasado febrero se admitían las sentencias judiciales de países donde estaba permitido, como Estados Unidos, y donde se reconocía la paternidad de los que pagaban el vientre.
Aunque el destino más frecuentado actualmente es Ucrania, donde hay clínicas que ofrecen un número ilimitado de implantaciones a precios cerrados, México está ganando protagonismo porque, a diferencia de Ucrania, esta práctica está permitida a homosexuales y solteros.
La mayoría de parejas que buscan estos servicios son heterosexuales, resaltó Diego Sánchez, presidente de Subrogalia.
"Hace cuatro años, Estados Unidos era el primer destino y representaba un 80 % de todas las parejas españolas", según Sánchez, quien señaló que actualmente sólo supone un 15 %.
Para contratar un vientre de alquiler, la pareja interesada se desplaza hasta el país que hayan seleccionado para que el hombre done su esperma y se realice una fecundación in vitro, ya sea con los óvulos de la madre contratante o con los de una donante, y luego regresan a España.
Sánchez recalcó que una madre de alquiler no es nunca donante de óvulos, es decir, no aporta su material genético al bebé, un factor que permite después "la desvinculación legal".