Falla en inyección letal desata polémica en EU

AFP Washington 14-06-2014 01:22

Una autopsia determinó que el equipo médico falló y el condenado a muerte tuvo 43 minutos de agonía.

Una autopsia independiente para determinar las causas de la falla en una inyección letal arrojó que el equipo médico fracasó varias veces en realizar una intravenosa y terminó dañando una vena, reveló un informe preliminar.

Clayton Lockett, condenado a muerte por asesinato y violación, fue ejecutado el 29 de abril mediante una combinación inédita de tres sustancias en un proceso que terminó en agonía y tomó 43 minutos en lugar de menos de diez.

Las autoridades señalaron que Lockett finalmente murió de un ataque al corazón.

Pero tras realizar una autopsia independiente, el médico forense Joseph Cohen dijo que era imposible confirmar el vínculo entre ese ataque cardíaco y la muerte de Lockett.

Cohen observó las contusiones y perforaciones en los brazos, piernas y cerca de la arteria femoral, que indicaban varios intentos de suministrarle el cóctel mortal por vía intravenosa.

Los médicos también observaron "heridas vasculares" que sugieren que la vía para realizar la inyección terminó dañando la vena.

Las autoridades también mencionaron desde el principio que hubo una "falla vascular" durante la ejecución y dijeron que a pesar de haberle administrado las tres sustancias, éstas "no entraron a su sistema".

Sin embargo, el cuerpo de Lockett mostraba "una excelente integridad de venas periféricas y profundas para lograr un acceso a las venas", dijo Cohen.

La experta en inyecciones letales y profesora de derecho en la Universidad Fordham Deborah Denno tildó al equipo encargado de la ejecución de "extraordinariamente incompetente".

Por otro lado, la abogada Megan McCracken, de la clínica de pena capital de la Universidad de Berkeley, dijo que el cóctel suministrado "exacerbó el dolor y el sufrimiento que Lockett tuvo que soportar y lo paralizó innecesariamente además de haberlo sometido al dolor que provoca el cloruro de potasio".

La polémica ejecución de Lockett llevó a las autoridades de Oklahoma a detener de forma temporal las ejecuciones y revisar los protocolos de inyecciones letales, ante fuertes críticas de los defensores de derechos humanos y aquéllos contrarios a la pena de muerte.

El presidente Barack Obama advirtió que el incidente "profundamente perturbador" despertó "interrogantes significativos sobre cómo se está aplicando la pena de muerte" en Estados Unidos.