Este miércoles, ejecutarán a tamaulipeco en Texas
Sus abogados argumentan que sufre de retraso mental por lo que no debe ser ejecutado.
En 1997 el mexicano Ramiro Hernández Llamas, originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue condenado a muerte por el asesinato de un ranchero de Kerrville, Texas.
El tamaulipeco será ejecutado este miércoles 9 de abril, que de acuerdo con el expediente, sacó de su vivienda con engaños a Glen Lich, de 48 años, quien además era escritor y profesor universitario, y a quien asesinó a golpes con una barra de metal.
Tras esto, se introdujo a la casa, amarró a la esposa del asesinado y abuso sexualmente de ella.
Según los abogados de Hernández, el mexicano sufre de una forma de retraso mental, por lo que llevar a cabo la condena sería una violación a un fallo de la Corte Suprema que ordena no ejecutar a reos con incapacidad mental.
El pasado miércoles, una magistrada federal en Estados Unidos, había ordenado suspender la ejecución de un asesino serial en Texas programada para ese día, lo cual habría afectado indirectamente el caso del mexicano, sin embargo, la Corte Suprema federal rechazó la exigencia de sus abogados de que el estado proporcionara información sobre su proveedor de fármacos para la inyección letal.
La Corte Suprema, al igual que la Corte Federal de Apelaciones del Quinto Circuito, respaldó la posición de las autoridades carcelarias de Texas, quienes argumentaron que el nombre del proveedor debe mantenerse en secreto para protegerlo de amenazas de violencia.
Pese a que el caso en la corte para desafiar la posición del estado también incluyó al mexicano Hernández Llanas, su ejecución continúa programada para esta semana.
Actualmente, hay 13 mexicanos con una pena de muerte en Texas.