El Papa Francisco visita Belén
El Pontífice rezó en un muro que aísla a Palestina.
El papa Francisco llegó este domingo a Belén, la cuna del cristianismo, en un gesto de apoyo simbólico a la aspiración de los palestinos de tener su propio estado; ahí calificó de "inaceptable" el estancamiento en el diálogo de paz y oró frente a la barrera de separación israelí que rodea a esta localidad bíblica de Cisjordania.
Palestinos jubilosos gritaban "¡Viva al-Baba!" (¡Viva el papa!) cuando Francisco llegó a celebrar misa en la Plaza Manger de Belén, en su segunda jornada de peregrinación por el Oriente Medio.
Banderas palestinas gigantes con los colores rojo, blanco, verde y negro, así como banderas blancas con amarillo del Vaticano decoraron la plaza, donde se ubica la Basílica de la Natividad, construida sobre la gruta donde —según la tradición— nació Jesucristo.
Una multitud menor que agitaba banderas del Vaticano también rodeó a Francisco cuando en su desplazamiento hacia la plaza hizo una breve escala en la barrera de separación israelí que rodea tres flancos de Belén.
El pontífice salió de su vehículo sin techo e inclinó su cabeza mientras oraba en silencio frente al gigantesco muro de concreto que Israel considera necesario para su seguridad y que los palestinos aseguran dificulta la vida en Belén y se traga territorio cisjordano.
"Ha llegado la hora de que todos encuentren el valor para ser generosos y creativos en el servicio del bien común", declaró el pontífice, quien exhortó a ambas partes a abstenerse de emprender acciones que atenten contra la paz.