Dan cadena perpetua a mexicano que mató a empleada consular
También se le responsabiliza de la ejecución de 14 jóvenes en Villas de Salvárcar.
A Arturo Gallegos Castrellón, alias "El Farmero", se le atribuyen los homicidios de dos empleados del consulado estadounidense en Ciudad Juárez y la ejecución de 14 jóvenes en Villas de Salvárcar
Culpan a Arturo Gallegos de la muerte de la estadounidense Leslie Ann Enríquez en 2010; también lo responsabilizan, junto con su pandilla, de matar a 800 personas en ese mismo año.
El líder de una pandilla mexicana fue sentenciado este jueves a cadena perpetua por su participación en el asesinato de tres personas en Ciudad Juárez, Chihuahua, una de ellas empleada del consulado de Estados Unidos, informaron fiscales.
La jueza federal Kathleen Cardone ordenó también a Arturo Gallegos Castrellón pagar más 1.7 millones de dólares como compensación y en decomiso.
Un jurado federal declaró a Gallegos culpable de tres cargos de homicidio en febrero. También fue condenado por otros ocho cargos, entre ellos asociación para delinquir, narcotráfico y lavado de dinero.
Los fiscales dijeron que la evidencia presentada en el juicio demostró que Gallegos dirigía un equipo de sicarios que trabajaban para la pandilla Barrio Azteca, aliada con el cártel de Juárez, y que había ordenado los tres asesinatos.
Gallegos fue arrestado en México y extraditado a Estados Unidos el 28 de junio de 2012 para enfrentar juicio.
El asesinato de Leslie Ann Enríquez Catton, empleada del consulado de Estados Unidos, de su esposo Arthur Redfels, y de Alberto Salcido Ceniceros, el esposo de otra empleada consular, cuando salieron de una fiesta de cumpleaños infantil fue por error, declaró un ex pandillero durante el juicio. Redfels conducía una camioneta blanca parecida a una que Gallegos había señalado como blanco para su equipo de asesinos porque pensaba que pertenecía a miembros del cártel de Sinaloa, organización criminal rival.
La fiscalía federal dijo en un comunicado que Gallegos y su equipo fueron responsables de más de 800 homicidios entre enero y agosto de 2010 en Ciudad Juárez, que en ese entonces era la ciudad más violenta del hemisferio.
De los 35 inculpados en el caso, 26 han sido declarados culpables, uno se suicidó en la cárcel y dos continúan prófugos.