35 dreamers intentan cruzar frontera por Tijuana
Con el propósito de pedir asilo político en Estados Unidos.
Treinta y cinco jóvenes inmigrantes intentaron cruzar la frontera al ingresar por la garita internacional de Otay con el propósito de pedir asilo político en Estados Unidos bajo el argumento que fueron víctimas del crimen organizado o que están huyendo de la violencia en México, además de haber sido separados de sus familias.
Algunos de los jóvenes, conocidos como dreamers llevaban a seis menores ciudadanos estadounidenses en sus brazos. Algunos de los menores son hijos de personas que fueron deportadas.
Se trata del segundo cruce masivo de dreamers en menos de una semana, luego de otros 35 pidieran asilo el pasado lunes.
"Yo salí voluntariamente de Estados Unidos a finales de 2010, luego de haber trabajado diez años como jardinero en Missouri", dijo Gustavo Suárez, de 38 años, uno de los inmigrantes que cruzaron la frontera al filo de las 12:30 del jueves para pedir asilo. "Me regresé a mi tierra, Maravatía (Michoacán); pero había mucha violencia allá, mucha inseguridad. No puedo contar la extorsión de que fuimos víctimas, porque es muy delicado, pero es la misma inseguridad la que nos obliga a irnos de México".
El vocero Alejandro Aldana, de la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes que junto con otros grupos pro-inmigrantes organizó una protesta antes de que los jóvenes ingresaran a la garita fronteriza, dijo que aunque hay algunos casos, entre los 146 inmigrantes que en total pretenden pedir asilo, que no es cierto que todos vayan a pedir asilo argumentando de la inseguridad porque la mayoría alegará el dolor y la violación a sus derechos humanos por la separación de sus familias que ocasionan las deportaciones.
Una docena de inmigrantes, algunos con sus hijos menores nacidos en Estados Unidos coincidieron en señalar que huían de la criminalidad imperante en sus estados de origen.
Otros activistas pro migrantes, que no están autorizados para hablar en nombre de los dreamers, dijeron a la AP que el argumento de haber sido víctimas del crimen organizado en México también lo presentaron la mayoría de los 35 dreamers que pidieron asilo el pasado lunes.
La Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes informó en un comunicado que el jueves 14 y el domingo 16 de marzo continuarán con su campaña #BringThemHome (Vuelvan a casa) en los puestos de control fronterizo estadounidenses.
"Estos dreamers y sus padres están empezando el largo y difícil proceso de tratar de reunirse con sus familias", dijo el comunicado. "Nadie debe ser obligado a permanecer lejos de sus hijos y nadie debe ser forzado a vivir en un país que apenas recuerda".
Este grupo se autodenomina dreamers porque son jóvenes que fueron llevados a Estados Unidos por sus padres cuando eran niños, y que crecieron, estudiaron y se desarrollaron en Estados Unidos. Un proyecto de ley conocido como el Dream Act, que nunca fue aprobado, les dada la residencia y la ciudadanía a estas personas.
Al no tener la residencia o ciudadanía no pueden pedir una licencia de conducción, acceder a una beca federal o estatal, tener el beneficio de una matrícula universitaria barata como residente de cualquier estado o trabajar legalmente.