Abeja melipona sufre otro "golpe" por inundaciones

La abeja melipona es una importante polinizadora en la región. Foto: Kattia Espinosa | Corresponsal

La ancestral abeja melipona (abeja maya sin aguijón), ha sido severamente "golpeada" en la última década por el cambio climático, la deforestación, pérdida del hábitat, los incendios, huracanes, inundaciones y el creciente uso de transgénicos que dificultan su producción.

Nuestras colmenas, al tercer día que comenzó las lluvias, fuimos a checarlas y ya estaba hundidas. Logramos rescatar algunas que no se murieron, pero sí se echaron a perder los materiales como cajas y ceras. Las cajas se pudieron por el agua y las ceras se las comenzaron a comer los gusanos". Karla Cohuo, meliponicultora.

En las últimas semanas, las inundaciones por la tormenta tropical Cristóbal han vuelto a "golpearla": en la comunidad de maya de Xcunyá, donde la meliponicultura ha crecido entre las familias, la actividad está prácticamente paralizada.

Aunque había un poco de sequía, sí que cosechábamos, pero muy poco. Entonces pedíamos lluvia y vino lo de la tormenta. Sí se pasó de la mano la lluvia: perdimos los panales donde estaban colocadas las abejas melipona; el agua arrasó y pudimos rescatarlas. Ahorita están con nosotras, pero perdimos donde ponerlas". Neicy López, meliponicultora.

La abeja melipona es milenaria y ha sido para los mayas un animal sagrado por la miel medicinal que produce.

  • Son famosas porque no tienen aguijón.

La miel curativa de la abeja melipona alivia trastornos en el aparato digestivo, en el sistema inmunológico, respiratorio y circulatorio; apoya a la cicatrización e incluso a enfermedades oculares.

En las comunidades mayas actuales, la abeja melipona representa también una importante actividad económica, sobre todo para las mujeres, que la trabajan en el patio de sus casas.

Estas abejas son muy nobles, no tienen aguijón, más que nada por eso también los manejamos con mis hijas". Deysi Chan, meliponicultora

En Yucatán, el paso de la tormenta tropical Cristóbal, destruyó el trabajo de más de una década, al arruinar más de 200 colmenas de abeja melipona.

En el caso de los apicultores, quienes trabajan con la apis melífera, el golpe también ha sido fuerte, con la pandemia del COVID-19, la cosecha cayó en más de un 50% y ahora, con las inundaciones, más de tres mil colmenas fueron dañadas.

Está abejitas no cosechan tanta miel durante el año; las abejas apis pues sí, ellas todo el tiempo cosechan, las meliponas no cosechan tanta miel y pues ahorita, con las lluvias pues prácticamente no hay venta". Lissette Chel, meliponicultora.

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