Son las abejas meliponas, famosas porque no tiene aguijón y son nativas de Yucatán. Esta especie está amenazada desde hace años.
En la comunidad maya de Xcunyá, doña Anselma "protege" a éstas abejas como si fueran sus hijas.
Yo comencé a criarlas, a cuidarlas, porque me di cuenta de que son parte de nuestro sistema también, y parte de nosotros, aparte de que nos curan, aparte de que nos dan vida, ellos polinizan igual los árboles, para que nosotros las cuidemos, todo el medio ambiente& mis abejitas son como mis hijas, todos los días que yo vengo acá, desde el amanecer, yo vengo a ver cómo están". Anselma Chalé, criadora de abejas meliponas en Yucatán.
Las meliponas son amenazadas, principalmente por el cambio climático, los cambios de uso de suelo, el uso de pesticidas, la falta de apoyos a los meliponicultores y el desconocimiento sobre su existencia y el valor de su miel.
A eso se suman sequías, la contaminación del agua debido a las granjas porcícolas y, ahora, el "descalabro" económico por el COVID-19.
Y me da mucha tristeza ver que la gente de las granjas, están usando ese subsuelo y están contaminando el agua. Entonces al contaminar el agua, contaminan hasta los árboles y hay mucha sequía igual, porque cuando crece un árbol necesita un lugar sano, agua sana, entonces cuando de sus flores, están sanas las flores, el polen que ellas traen, es parte fundamental de nuestra vida y de nuestra existencia porque ellos polinizan los árboles". Anselma Chalé.
La meliponicultura, la crianza de las abejas sin aguijón, es todo un arte.
Anidan dentro de troncos de árboles, conocidos como jobones, y en cajas de madera, aquí, alrededor de 200 abejitas producen hasta un litro de miel al año; a diferencia de las abejas europeas que producen hasta 30 litros de miel en un año.
En época de sequía, pueden alimentarse de su propia miel. Por eso es más valorada. Un litro puede venderse por arriba de los mil pesos.