Santiago, el bebé que fue víctima de la masacre en Minatitlán, Veracruz, fue despedido al lado de su padre, César, el pasado domingo 21 de abril.
En medio del campo de béisbol donde César trabajaba como entrenador de ligas pequeñas, fueron colocados dos féretros, donde sus familiares y amigos les dieron el último adiós.
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Rezos, llantos y música fúnebre fueron parte de la ambientación de los sepelios de al menos 13 personas, los cuales fueron celebrados bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
La matanza ocurrió el pasado viernes en las inmediaciones de un salón de fiestas, al cual un comando ingresó y abrió fuego en contra de los asistentes a un cumpleaños. De acuerdo a los primeros reportes, ya se tiene ubicados a dos participantes en el ataque armado.
Hasta el día de hoy, el lugar de los hechos permanece acordonado y a lo lejos pueden observarse los rastros de lo sucedido el 19 de abril.
Esta mañana, en su conferencia mañanera, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que el próximo viernes hará una visita a Minatitlán.
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