La noche del pasado martes, el ataque al bar Caballo Blanco, en Coatzacoalcos, Veracruz, cobró la vida de 29 personas.
Algunas versiones señalan que sujetos llegaron al lugar, bloquearon la entrada y rociaron combustible en el interior para después prender fuego, dejando a los presentes atrapados y a merced de las llamas. Otros informes extraoficiales hablan de que el incendio se originó por la detonación de bombas molotov.
Sin embargo, éste no es el primer caso de violencia contra comercios que se suscita en el municipio sureño del estado. El pasado 19 de julio, Unotv.com informó que, durante la madrugada, dos negocios fueron incendiados por sujetos que llegaron a bordo de una camioneta, rociaron gasolina y prendieron fuego.
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El primer ataque fue en contra de Cocinas Integrales Williams, perteneciente al delegado municipal de tránsito, Ricardo Williams Rojas. En esa ocasión no hubo pérdidas humanas, pues el grupo agresor dejó salir a una empleada que se encontraba en el interior del sitio siniestrado.
Posteriormente, grupos de emergencia acudieron a atender un lote de autos que fue incendiado en la Avenida Independencia. Tampoco se reportaron heridos ni muertos.
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- Esa misma semana, una mesera murió cuando un incendio consumió una cantina de nombre La Catrina.
Tres días después, un centro botanero ardió en llamas luego de que le arrojaran bombas molotov. Las primeras investigaciones señalan que la causa de este ataque pudo tener lugar por el cobro de extorsiones.
- Debido a que el atentado ocurrió en lunes, no había personas al interior del local y el saldo final solamente quedó en pérdidas materiales.
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Por la creciente violencia, el Gobierno del estado, en coordinación con fuerzas federales, desplegó un operativo de seguridad en Coatzacoalcos, en el cual participan 120 elementos.
Actualmente, en Veracruz operan células del cártel de Los Zetas, mismas que se enfrentan constantemente con el Cártel de Jalisco Nueva Generación. Esta última organización criminal ha expandido sus operaciones al sureste de México, abriendo nuevas rutas para el tráfico de drogas y el control del robo de combustible.