Además del riesgo que representa para la existencia de por lo menos 800 especies animales, la construcción de un muro entre México y Estados Unidos alteraría el control de la contaminación, la cantidad y calidad de agua, la fertilización de suelos y la polinización, entre otros fenómenos naturales.
De acuerdo con el investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gerardo Ceballos González, la frontera norte del país es una zona ecológica muy diversa y levantar una valla representa diversas amenazas para el ecosistema de ambas naciones.
"La fragmentación del hábitat y de las poblaciones, así como hacerlas más vulnerables". Ceballos González
Agregó que al impedir los movimientos migratorios de las especies se perdería la variabilidad genética, pues se generarían problemas de endogamia (unión entre miembros de la misma especie), además de hacerlas más vulnerables ante riesgos ambientales como incendios o inundaciones.
Asimismo, dijo que con el muro se dañarían pastizales, zonas áridas, montañas, bosques, inclusive selvas que hay en la región de Tamaulipas y Texas.
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