Arresta más policías por ataque a normalistas
Suman 26 policías de Iguala arrestados, informó la PGJE.
Autoridades de Guerrero detuvieron a cuatro policías más por su presunta participación en recientes ataques en contra de estudiantes normalistas que dejaron seis personas muertas, 25 heridos y la desaparición de 43 alumnos, en un caso que ha desatado la indignación dentro y fuera de México.
El procurador de Justicia de Guerrero, Iñaky Blanco, dijo el jueves en rueda de prensa que con los cuatro agentes detenidos suman 26 policías de Iguala arrestados, además de cuatro presuntos integrantes del cartel de las drogas Guerreros Unidos.
El funcionario dijo que aún buscan a otros agentes, incluido el jefe de la policía de Iguala, donde el fin de semana se encontraron fosas clandestinas con 28 cadáveres que aún son sometidos a pruebas para ser identificados, pero que algunos temen sean de algunos de los estudiantes desaparecidos.
Su oficina, añadió, también ha presentado una solicitud al Congreso estatal para que le quiten el fuero al alcalde José Luis Abarca, que mientras lo tenga impide a las autoridades procesarlo.
Blanco dijo que el alcalde, a quien las autoridades declararon prófugo durante el fin de semana, tenía "la obligación jurídica" de evitar los ataques, debido a que era el jefe de la policía, pero en su lugar decidió continuar con sus actividades la noche del 26 de septiembre cuando sucedieron los hechos.
"Prefirió seguir en una fiesta, posteriormente retirarse a cenar y luego a dormir", dijo el procurador.
"La fiscalía estima que se encuentra debidamente acreditado que teniendo la calidad de garante, el señor Abarca Velázquez fue omiso (sic) en su deber dejando a merced de elementos de seguridad pública a las hoy víctimas", añadió.
Los 43 estudiantes de la escuela de magisterio Normal Rural de Ayotzinapa desaparecieron en Iguala tras el ataque el 26 de septiembre de policías municipales a los autobuses en los que viajaban.
Los estudiantes de la escuela habían ido a la ciudad a solicitar donaciones de los habitantes de Iguala. Cuando se reunían para regresar a la normal la esposa del alcalde, María de los Ángeles Pineda, terminaba un discurso ante personalidades locales.
De repente, se oyeron disparos a una docena de cuadras y la gente huyó despavorida del miedo. Algunos piensan que ambos incidentes están relacionados pero funcionarios federales dijeron el martes que aún no tienen una explicación sobre lo ocurrido ese 26 de septiembre.
Durante el discurso hombres vestidos de civiles, de apariencia ruda, habían estado custodiando a Pineda Villa, una mujer que, según las autoridades, tiene familiares con vínculos con el crimen organizado. Funcionarios federales y estatales han acusado a la policía de Iguala de estar infiltrada por miembros de Guerreros Unidos.