Armadillo, en peligro de extinción en Chiapas por consumo humano
Asociaciones demandan una estrategia integral de protección.
Debido a que en Chiapas el armadillo es consumido a través de una diversidad de platillos exóticos y es cazado de manera ilegal, la especie se encuentra amenazada y por ello asociaciones demandan una estrategia integral de protección.
El mamífero es una especie amenazada por la actividad humana, su cacería es ilegal, ya que no hay permisos para la extracción de la especie y tampoco se tiene un programa de protección para su rescate y preservación.
Se trata de un animal muy tímido, se observa en las carreteras, se alimenta de insectos y otros animales menores y la caza desmedida ya sea para venderlo como comida exótica o como adorno está acabando con él.
El presidente del Consejo Estatal de Vida Silvestre, Manuel Anzaldo Meneses, señaló que no hay una estrategia integral de protección de esa especie, la cual se encuentra amenazada por diversas causas, como el saqueo ilegal y los incendios forestales.
Asimismo, refirió que en los restaurantes no se incluye en el menú porque se trata de una especie de fauna amenazada y se prohibe su extracción, cuando es sustraído el animal, después de matarlo, hay quienes lo pasan en la llama, lo lavan bien con agua y jabón, le quitan en caparazón y comienzan a descuartizarlo.
No se ha diseñado un programa de reproducción y manejo del armadillo, “lo que sería muy bueno” considerando el grado de amenaza de la especie y los procesos de extracción, pues “nadie prohibe la cacería” del mismo, insistió.
De 2009 a la fecha suman en la entidad 200 Unidades de Manejo de Vida Silvestre (UMAS) autorizadas por la delegación de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), pero reproducen venado, pecarí, iguana, cocodrilo, tortuga, hocofaisán y chachalaca, así como orquídeas y bromelias, pero no armadillo.
Además, mencionó, la Semarnat disminuyó los recursos de 30 millones de pesos al año para las UMAS en el estado a sólo dos millones de pesos; de los 600 proyectos presentados este año sólo se autorizaron tres, a pesar de la urgencia de reproducir especies de fauna y flora, principalmente aquellas que están amenazadas o en peligro de extinción, anotó.