Limpia de huesos, una escalofriante tradición en Campeche
Los habitantes de Pomuch realizan un ritual único en el mundo.
En la comunidad de Pomuch, Campeche, la belleza de la vida convive con el misticismo de la muerte.
Cada año, los habitantes de este lugar realizan un ritual único en el mundo, limpian los huesos y sepulturas de sus difuntos, una tradición maya que pasa de generación en generación.
Desde hace 63 años doña Socorrito asiste al panteón de este poblado; ahí paga a uno de los sepultureros para que con delicadeza limpie uno por uno cada hueso de quien en vida fuera su madre.
Tras asear la osamenta, limpian también la caja de madera donde son colocados los huesos, llamada osario.
Antes de regresarla a su lugar de descanso eterno le cambian sus mantos viejos por unos nuevos, la ropa que usarán para asistir al rezo y a la comida que sus familiares realizarán en su honor.
Esta escalofriante costumbre es conocida a nivel internacional; por ello turistas de todo el mundo visitan el panteón Pomuch para ver como aún después de la muerte continúa vivo el cariño de por sus seres queridos.
Durante los próximos seis días, unas dos mil personas nativas de esta comunidad visitarán el cementerio, pues además de la limpieza de los huesos y osarios, estarán pintando las sepulturas, colocando flores y veladores nuevas, además de agua para que los difuntos tengan abundancia hasta el próximo año.