Cimientos de lucha y amor
Con una espátula en la mano es como doña Soledad Bacab, a sus 84 años, se gana la vida.
Agua, cemento, una pala y sus manos han sido los instrumentos y materia prima más importante para esta mujer durante los últimos cinco años, nada le representa un obstáculo si de salir adelante se trata. Aprender el oficio de la albañilería no fue fácil, pero es con este trabajo como lleva el sustento a su hogar en Mérida, Yucatán.
Entre grietas y con una espátula en la mano es como doña Soledad Bacab, a sus 84 años, se gana la vida de calle en calle. Ella es el único sostén de su hijo quien presenta una discapacidad intelectual.