INAH amplia catálogo de bienes culturales tras hallazgo en Campeche
En el más reciente hallazgo quedaron al descubierto las bocas de dos cañones.
Los historiadores Abiud Pizá Chávez y María Alejandra Mosqueda Escalante señalaron que en la década de los años 90 se removieron más de 20 piezas antiguas de artillería de hierro fundido que permanecían incrustadas en esquinas, calles y callejones del centro histórico y barrios tradicionales de la capital de Campeche.
Según los historiadores, muchas de esas piezas fueron encontradas de manera fortuita en trabajos de excavaciones y colocación de drenajes y el hallazgo de todas ellas se reportó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Pizá Chávez refirió que de los años 2008 a 2009 las piezas encontradas fueron reubicadas para su exhibición en distintos museos y baluartes de la ciudad, tras recibir atención de expertos del INAH, a través de la Subdirección de Arqueología Subacuática Península de Yucatán y el área de Restauración.
El más reciente hallazgo ocurrió la semana pasada en la esquina de la calle 12-A por calle Silverio Núñez y 39, donde quedaron al descubierto las bocas de dos cañones, mismas que fueron reportadas al INAH, abundó.
Las piezas quedaron incorporadas al Catálogo de Bienes Culturales Muebles Metálicos Provenientes y/o Relacionados con Medios Acuáticos, recibiendo tratamientos para su conservación.
No todos los cañones han sido desenterrados del centro histórico y sus inmediaciones, donde también se detectó la presencia de por lo menos seis de esas piezas, aclaró el especialista.
Según el historiador, a partir del siglo XX ese material se empleó en la guarnición urbana como “guardacantones” en las esquinas de las casas, para protegerse de los carruajes y vehículos.
“También permanecen algunas de las piezas en las playas y muelles a manera de bitas para amurar las embarcaciones. Esta vieja costumbre se observa en otras ciudades con importante presencia histórica de artillería, como en Cádiz, España”, refirió.
Mencionó que en la actualidad se realiza un trabajo para ampliar el contexto histórico de cada pieza registrada en el catálogo, además de proteger el patrimonio que permanece en las calles.