Entre zafarranchos y júbilo llegó la fiesta más esperada: los XV años de Rubí Ibarra en la comunidad de La joya en San Luis Potosí.
En su vestido color rosa, la joven lucía más que contenta, llena de nerviosismo ante el asedio de medios de comunicación y curiosos que abarrotaron su casa. Al llegar a la iglesia, fue asediada por los medios de comunicación generando la molestia de los familiares, quienes solicitaron guardar la debida compostura.
Una vez en el templo religioso, Rubí caminó por una alfombra roja acompañada de sus padres: Crescencio Ibarra y Anaelda García, quienes mostraban una evidente molestia por los empujones de la multitud. La ceremonia religiosa congregó a alrededor de 250 personas.
Las porras no se hicieron esperar una vez finalizada la misa, pero también los empujones, que ocasionaron el enojo de don Crescencio.
La comida, destinada para 5 mil personas, consistió en enchiladas de mole. Al son de "Las Mañanitas", interpretadas por la Banda Heredera de San Luis Potosí, la joven Rubí e integrantes de su familia, notoriamente asediados, ofrecieron el banquete a sus invitados.
Además se celebró la famosa chiva (carrera de caballos donde se ofrecían 10 mil pesos al ganador).
Hasta el momento se desconoce una cifra aproximada de cuántos invitados hubo en los XV Años de Rubí, pero el Ayuntamiento de Villa de Guadalupe, señaló que se esperaban alrededor de 10 mil personas a la celebración.
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