Hambre matutina excesiva podría ser indicio de helicobacter pylori
Así lo indica un experto adscrito al CIBO del IMSS en Jalisco.
En Jalisco, el pediatra infectólogo, Alberto Villaseñor Sierra, dijo que el hambre excesiva por la mañana, así como mal aliento, náuseas, dolor e inflamación abdominal e incluso vómitos, son datos sugestivos de la presencia de Helicobacter pylori.
El experto adscrito al Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco añadió que este microorganismo está asociado de manera muy estrecha al desarrollo de gastritis y, en fases más avanzadas, de úlcera gástrica.
Expresó que esta bacteria se transmite por la vía oral-oral o bien fecal-oral, y por lo mismo, la falta de una higiene adecuada, entendida como el lavado de manos sobre todo si se estuvo en contacto con materia fecal o con vómito, es un importante precursor en su adquisición.
Detalló que la bacteria se aloja en la unión entre el esófago y el estómago, donde abunda el ácido clorhídrico, de ahí que otro síntoma asociado a la presencia de esta bacteria sea la pirosis, mejor conocida como acidez o agruras.
Explicó que se trata de una de las bacterias más ampliamente diseminadas entre la población mundial, “más de 50% convive con ella, su presencia en el organismo no necesariamente es sinónimo de afectación y de hecho, hasta 35% de los casos, es asintomático”.
Precisó que para diagnosticarla, “lo más frecuente es hacer la llamada prueba de aliento, en la cual al paciente, al estar en ayunas, se le da a tomar un reactivo especial y en caso de captarse gases, de seguro se trata del microorganismo, porque es el único capaz de provocar esta reacción”.
Afirmó que ante los síntomas, sobre todo si se prolongan por más de tres a cuatro meses, es importante buscar atención médica para el diagnóstico y el tratamiento adecuados.
Apuntó que pasar por alto los síntomas, además de molesto, puede generar problemas serios, incluso cáncer gástrico, de ahí la importancia de atenderse a tiempo.
Puntualizó que este problema no es privativo de la edad adulta, sino que puede aparecer inclusive desde la lactancia, y manifestarse muy especialmente por vómito frecuente.