Declaran etarras detenidos en Puerto Vallarta
El interrogatorio coincide con el anuncio de la banda terrorista ETA de un desarme.
Los etarras detenidos en Puerto Vallarta, Jalisco, Juan Jesús Narváez Goñi e Itziar Alberdi, comenzaron a declarar ante los distintos juzgados de la Audiencia Nacional de España con los que tienen causas pendientes, tras 22 años prófugos de la justicia. La primera de las causas por las que los interroga este viernes el juez Santiago Pedraz, titular del Juzgado de instrucción número 1, es por el envío de un paquete bomba a una empresa constructora en 1991. Atentando que se saldó con la muerte de dos policías que intentaban desactivar el artefacto explosivo.
Para el Sindicato Unificado de Policía (SUP), estas detenciones son importantísimas porque ayudarán a esclarecer estos y otros actos delictivos de ETA. “En principio se creían que eran autores de 18 asesinatos, al final sólo se pueden demostrar 10, pero la instrucción de las causas que tienen pendientes en nuestro país continúa. Dentro de los interrogatorios y de las indagaciones que haga la policía, lógicamente no se descarta que puedan aparecer más cadáveres que haya matado esta gente”, explicó José María Benito, policía nacional y portavoz del SUP.
Las próximas seguirán los interrogatorios en la Audiencia Nacional, en los juzgados 4 y 5 donde Narváez y Alberdi tienen la mitad de los 10 sumarios abiertos en su contra, con cargos de asesinato, terrorismo, atentados y robo con fuerza. “Integraban un comando de los más sanguinarios dentro de ETA y con actuación en todo el territorio nacional. No se circunscribían al País Vasco donde cometieron algunos atentados, sino que mataron a dos policías en Barcelona, a un catedrático en Valencia, en Madrid también cometieron algún atentado. Se movían con cierta tranquilidad por todo el país y por tanto eran de los más sanguinarios que ha tenido la banda terrorista ETA”, señaló Benito.
Poco a poco se van conociendo más detalles de la vida de estos dos terroristas en México. Él trabajando como masajista y ella como profesora de yoga en un centro de relajación oriental, con nombres y apellidos falsos. Huyendo de un pasado terrorista del que ni siquiera sus hijos de 19 y 17 años eran conscientes.
“Si ya en España era complicado capturarlos y ponerlos a disposición de los jueces, hay que imaginar lo que supone en otros países donde hay que acatar la legislación de esos países y donde lógicamente ellos pueden pasar más desapercibidos porque nadie sospecha de ellos. Han podido vivir esos 22 años en la clandestinidad, con documentaciones falsas y ocultándose todo lo que han podido pero al final la policía ha hecho su trabajo y les ha detenido”, concluyó el portavoz del SUP.
La detención e interrogatorio de Narváez y Alberdi coincide en el tiempo con el anuncio de la banda terrorista ETA de un desarme, aunque se trataría sólo de un “gesto simbólico” y no de un desarme verificado, completo y definitivo.