Aumenta 40% el número de ballenas grises en BCS
Ello, respecto a la temporada pasada.
Durante la presente temporada (diciembre-abril) de avistamiento de la ballena gris (Eschrichtius robustus) se observó un incremento de más del 40% en la abundancia de individuos en las principales lagunas costeras de Baja California Sur con respecto a la temporada pasada, dijo Jorge Urbán, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, cuyo trabajo es apoyado por la Alianza WWF-Telcel.
En la Laguna Ojo de Liebre se contaron mil 178 ballenas (672 adultos, 506 ballenatos) el 12 de febrero de 2013, mientras que en 2014 se contaron dos mil 17 ballenas (mil 241 adultos, 866 ballenatos) el 11 de febrero, es decir, un incremento de 44%; lo mismo sucedió en la Laguna de San Ignacio: el 6 de febrero de 2013 se contaron 169 ballenas grises (121 adultos, 48 ballenatos) y el 3 de febrero de 2014 se contaron 312 individuos (197 adultos, 115 ballenatos), un incremento de 46%; en estas lagunas se congregan las ballenas grises durante la temporada invernal de reproducción, por lo que reflejan el comportamiento demográfico del total de la población.
“Éste es el cuarto año consecutivo en el que aumenta la abundancia de esta especie en las lagunas costeras; por ejemplo, en Laguna San Ignacio registramos 320, 268 y 259 individuos durante los días de mayor abundancia en 2011, 2012 y 2013 respectivamente, mientras que en las temporadas invernales de 2007 a 2010 observamos máximos de 217, 139 y 189 individuos”, explicó Urbán.
La población de ballenas grises del Pacífico nororiental es la única población de grandes ballenas que se ha recuperado después de una intensa explotación comercial, gracias a la protección contra la caza comercial por parte de la Comisión Ballenera Internacional y la colaboración entre Rusia, Canadá, Estados Unidos y México para detenerla, el resguardo de los santuarios mexicanos en donde paren las hembras y la promoción del turismo sustentable; el apoyo del gobierno mexicano a las comunidades locales a través de alternativas sustentables en las lagunas prioritarias para su reproducción y crianza (Laguna Ojo de Liebre, Laguna San Ignacio y Bahía Magdalena) ha sido clave.
“La coordinación de esfuerzos gubernamentales que involucran a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, los gobiernos de los estados de Baja California y Baja California Sur, las comunidades locales, la sociedad civil y la iniciativa privada ha sido fundamental para proteger los santuarios de crianza”, agregó Urbán.