Uno de los mayores propósitos de David Cárdenas es encontrar una ballena albina entre las salvajes aguas del Océano Pacífico.
Tiene 19 años, ha pasado toda su vida en Sayulita (aunque nació en San Francisco, Nayarit) y desde los cinco años subió por primera vez a una lancha de motor para internarse en el insondable aguamarina, acompañado de sus familiares pescadores.
Desde entonces, su vida ha orbitado alrededor de las olas. Aunque distintas situaciones lo han alejado por momentos de su mayor pasión, siempre encuentra la forma de volver. Hoy David se dedica a dar ecotours, mar adentro.
A pesar del cierre de la emblemática Playa del Amor en las Marietas (desde el pasado mayo), sigue surcando las olas con turistas a bordo de su lancha "Azul". Ofrece servicios de snorkel, pesca deportiva y lleva a los aventureros que buscan ver ballenas entre diciembre y marzo.
Pero el mayor aventurero es él, porque nunca pierde la esperanza de hallar una ballena albina, la más rara del mundo, la que solo existe en proporción de una en un millón.
"Jamás se ha visto aquí alguno de esos ejemplares, pero yo nunca pierdo la fe en que un día pueda ver uno. Es una de mis mayores metas". David Cárdenas
La eternidad del océano sigue su destino, y David también, porque sabe que está dentro de él. A estas alturas, lo único que tiene es la certeza de que, por más que se aleje, el mar lo jala, le recuerda que el Santo Grial que busca se mueve en sus profundidades.
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