Sonia Antonio llegó a Jiutepec en 1966. Toda su vida la ha dedicado a ser telegrafista.
Sonia recuerda con nostalgia el paso del ferrocarril "viajar en tren es algo romántico, algo bello que se recuerda con mucho cariño, ya que esos trenes no volverán".
Para Sonia Antonio el telégrafo es su pasión "es nuestro alimento". Para ella como a muchos de los habitantes de Jiutepec, dice: "hoy todo va a salirme bien".