La madrugada del miércoles un equipo de paramédicos de la delegación local Huixquilucan de la Cruz Roja Mexicana, fueron agredidos física y verbalmente mientras trasladaban a un paciente sospechoso de COVID-19, el cual perdió la vida durante el trayecto a un hospital de Toluca.
Los paramédicos atendieron el llamado de emergencia a bordo de la ambulancia MEX-709, en el cual se les reportó a una persona con insuficiencia respiratoria en la colonia San Melchor, de la cabecera municipal de Huixquilucan.
Previo protocolo telefónico, se determinó que existían síntomas suficientes para sospechar infección por coronavirus SARS-CoV-2, por lo que los paramédicos se prepararon con el equipo de bioseguridad requerido para la atención del paciente.
Al llegar al domicilio donde se solicitó el auxilio, los paramédicos comprobaron que el paciente, un hombre de 53 años de edad con insuficiencia respiratoria, requería atención médica especializada y verificaron la disposición de camas en el centro médico más cercano, siendo informados que el paciente podría ser recibido en el Hospital General de Naucalpan.
Sin embargo, los familiares del paciente se opusieron rotundamente a trasladarlo a dicho hospital, iniciando las agresiones verbales y amenazas, con las que exigieron que el paciente fuera llevado al Centro Médico Adolfo López Mateos de la ciudad de Toluca.
Pese a que los paramédicos explicaron que la gravedad del paciente complicaba ese traslado ya que dicho hospital estaba mucho más lejos y que no había una confirmación de recepción por parte del Centro Regulador de Hospitales la Secretaría de Salud del Estado de México, a los familiares no les importó y con amenazas obligaron al personal a llevar al enfermo hasta a Toluca.
Durante el trayecto, la persona que acompañó al enfermo a bordo de la ambulancia hostigó en todo momento al paramédico que lo atendía, en tanto que otros familiares que viajaban en vehículos escoltando a la ambulancia, agredieron a la unidad de la Cruz Roja, impactándola en repetidas ocasiones por la parte posterior, emparejándosele y exigiendo a gritos que aceleraran más.
El personal de Cruz Roja Mexicana explicó de distintas maneras a las personas involucradas que la ambulancia tiene un límite de velocidad, por razones de seguridad, pues el peso del equipamiento puede provocar una volcadura. A pesar de ello, los sujetos siguieron agrediendo al personal y la unidad de esta institución.
Poco antes de llegar al Centro Médico Adolfo López Mateos, en Toluca, el paciente entró en paro respiratorio, y, a pesar de distintas maniobras de reanimación, éste perdió la vida.
La ambulancia se detuvo en la rampa de ambulancias del hospital Nicolás San Juan y los sujetos que acompañaban al paciente se fueron a golpes en contra de los paramédicos de la Cruz Roja, principalmente contra el operador que a gritos lo responsabilizaban del deceso y le causaron diversas lesiones.
La agresión al personal médico ha sido severamente condenada por la delegación de la Cruz Roja Mexicana en la entidad y por el presidente municipal, Enrique Vargas del Villar, entre otros.
Los paramédicos fueron atendidos en el hospital de la Delegación Toluca, por las lesiones provocadas tras el violento ataque de los familiares.