La pandemia por el coronavirus agudizó la pobreza y por eso que el padre Benito Torres decidió convertir la Parroquia de la Santa Cruz de Nuestra Señora de la Soledad en comedor comunitario. Ahora le da "el pan nuestro de cada día" a los más necesitados.
Ahora donde se rezaba se sirven alimentos a personas vulnerables, el padre Benito se quitó la sotana y se puso el chaleco de trabajo. Con protección higiénica, 30 voluntarios ayudan a servir dos comidas al día.
Ubicados, a un costado del Mercado de la Merced en la Ciudad de México, esta iglesia no solo se convirtió en un lugar consuelo para personas vulnerables, también será un albergue temporal para personas en situación de calle y que una vez recuperados del COVID-19 puedan hacer la cuarentena, calcula podrá ofrecer 100 camas.
El párroco dice que la instrucción de su conciencia y de sus superiores, es seguir ayudando.
Las parroquias se tienen que volver hospitales de campaña, es decir dónde la gente pueda sanar sus heridas, dónde la gente pueda pues encontrar un alivio a su necesidad&" Benito Torres, párroco.
Para las personas que gusten apoyar a esta causa, podrán hacer llegar a la Parroquia los insumos en especie, pues todos los días se sirven más de 500 comidas.
Estas difíciles semanas han obligado a transformar otras dos parroquias: San Sebastián Mártir, en la calle de Bolivia, en el Centro Histórico, y Santo Cristo de la Agonía, en la calle Sándalo, colonia Santa María Insurgentes.