Un grupo de asaltantes tomó como rehén a la jefa de cajeros de una sucursal de banco, a quien interceptaron antes de que ésta llegara a su centro de trabajo y le pusieron un "cinturón bomba" para conseguir robar 10 millones de pesos.
El robo millonario, que parece haber salido de una película de ciencia ficción, fue en los límites entre la Ciudad y el Estado de México el viernes pasado, según refieren las autoridades capitalinas encargadas de llevar el caso, citadas por reportes periodísticos.
De acuerdo con los primeros reportes, Karina "N", jefa de cajeros de la sucursal bancaria ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero, salió de su domicilio en el municipio mexiquense de Ecatepec, cuando fue interceptada por el grupo de delincuentes.
Con una unidad de microbús, le cerraron el paso al carro de Karina "N". A punta de pistola, la amenazaron y la cambiaron de vehículo, donde la esperaban dos hombres con un "cinturón bomba" que le obligaron a ponerse para luego cerrarlo con un candado.
- El "cinturón bomba" tenía un reloj, algunos tubos metálicos, cables de colores, cinta gris y supuestos explosivos.
Durante el trayecto a la sucursal bancaria que sirve como bodega y centro de distribución de efectivo para algunas empresas en medio de la contingencia por COVID-19, los delincuentes la amenazaron con hacer estallar el "cinturón bomba" y, después, asesinar a su familia.
Cerca de las 10 de la mañana, el grupo de delincuentes y la rehén llegaron a la calzada San Juan de Aragón y avenida Ferrocarril Hidalgo, donde estaba resguardado el millonario monto a robar. Le cambiaron su teléfono móvil y le ordenaron entrar al banco.
A través de una videollamada, le ordenaron guardar fajos de billetes en bolsas negras que le entregaron junto con el nuevo celular. El total de los fajos de billetes fue de 10 millones de pesos.
Una vez que tenía el efectivo, la mujer tuvo que salir del banco, abordar su automóvil que, para ese momento, ya estaba estacionado cerca de su centro de trabajo. La orden, que venía de la videollamada que no terminaba, era clara: tenía que subir el dinero y arrancar el coche.
La hicieron circular por varias calles hasta llevarla a Periférico y el Río de los Remedios, del lado del Estado de México. Una vez en el lugar, le dijeron que la llave que la liberaría del cinturón bomba estaba en el piso del coche.
Le ordenaron caminar 5 minutos sin mirar atrás para poder quitarse el artefacto con el que amenazaron hacerla estallar si no seguía las indicaciones de los delincuentes.
Hasta el momento, la Policía de Investigación (PDI) indaga el robo de 10 millones de pesos que los delincuentes lograron ayudados de un "cinturón bomba" y una simple videollamada.