Juguetes y alcancías son usados como trueque por comida, dinero y otros artículos por la señora Aída, una de los cientos de "ferieros" que se han visto afectados a causa de la cancelación de eventos masivos y reuniones como las ferias patronales con las que se ganaban la vida hasta antes de la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19).
Un país que se quedó sin fiestas
Según el santoral católico, diario hay un patrono distinto al que celebrar en una de las tantas iglesias que hay en México, y las cuales regularmente organizaban festivales o ferias de pueblo en las que llegaban los ferieros con sus juegos mecánicos, locales móviles de canicas o algún otro reto de destreza; sin embargo, desde el pasado 23 de marzo todos estos eventos fueron cancelados.
La Jornada Nacional de Sana Distancia dio inicio el pasado lunes 23 de marzo, como una medida de contención a los contagios por la pandemia del COVID-19; ésta contemplaba el cierre temporal de negocios que no respondieran a necesidades primordiales de la población, así como la cancelación de todo tipo de evento en el que se reunieran más de 50 personas.
En obediencia a esta medida, decenas de ferieros se quedaron en casa; sin embargo, a casi 3 meses del inicio del encierro este aún no acaba y, sin medios de trabajo para poder mantenerse con vida, estos comerciantes han tenido que ingeniar maneras de obtener recursos, una de ellas el tener que hacer trueque de sus objetos de trabajo por comida, dinero y hasta ropa.
Intercambiar para sobrevivir
Aida Marcela Cassanova RIvera, de 50 años y con diabetes, tenía toda su vida dedicándose a las ferias, autonombrandose "feriera". Con la llegada de la crisis sanitarias del virus SARS-CoV-2 se cancelaron y prohibieron las ferias y celebraciones en las alcaldías, para evitar las aglomeraciones y así prevenir el contagio de COVID-19.
La señora Aida, acompañada por sus dos hijas, diariamente frente al Jardín Lecumberri, en la alcaldía de Venustiano Carranza, coloca su carro alegórico de juegos apagados y alcancías que intercambia por despensa, y a la venta por precios desde 40 hasta 100 pesos.
La familia de mujeres relatan que las personas han sido muy solidarias, les llevan ropa, comida, despensas y dinero. Se muestran preocupadas porque las autoridades le han hecho saber que posiblemente no se podrá trabajar en ferias hasta inicios del próximo año.