La Procuraduría General de la República (PGR) puso en marcha el programa Dejando Huella con el objetivo de trabajar con los jóvenes en conflicto con la ley, el cual contribuye al desarrollo de intereses y habilidades vocacionales a través del entrenamiento canino que se imparte en talleres.
La interacción entre los jóvenes y los perros da la oportunidad de:
- Desarrollar intereses
- Canalizar la violencia
- Desarrollar Habilidades vocacionales
- Reducir conductas de riesgo y reincidencia
- Fortalecer la toma de decisiones
- Aprender a solucionar problemas
- Cultivar la amabilidad
¿Cómo funciona?
- 1era. Etapa
Los perros son llevados a los Centros de Internamiento Juvenil de la CDMX, posterior a la valoración médica de un veterinario que certifica el estado de salud y habilidades del perro.
- 2da. Etapa
Los jóvenes interactúan con los perros y se organizan para su cuidado y ponerles un nombre.
- 3era. Etapa
Durante 5 meses, los jóvenes participarán en el curso para entrenar a los caninos.
Al finalizar el programa, los perros entrenados como animales de acompañamiento son entregados a familias que tengan alguna persona con discapacidad.
Dejando Huella en los jóvenes
Hasta el momento Dejando Huella cuenta con la participación de 40 hombres y mujeres que día a día entrenan a los perros que conviven con los jóvenes en los centros de internamiento para adolescentes.
Además, Dejando Huella ofrece la ventaja de ser una opción para el empleo, ya que además del taller de entrenamiento canino, se imparten los cursos de fabricación de juguetes para mascotas.
De acuerdo con las autoridades de la PGR, con éste programa se obtiene el beneficio de aprender a relacionarse con los perros, además de fomentar el cuidado, la responsabilidad, el vínculo, la empatía y el bienestar.
¿Qué pasa con el programa Dejando Huella ?
Desde enero de este año dio inicio el programa Dejando Huella en la CDMX con el Sistema de Alerta Social para Animales de Compañía en la capital del país.
Por otro lado la Constitución de la Ciudad de México incluye derechos para defender la vida de los animales en la que se les considera como: sujetos de consideración moral y se les reconoce como seres sintientes que merecen ser protegidos.
Por ley, los animales tienen el derecho a que las personas responsables de su vida les brinden alimento, agua, tengan a acceso a servicios de salud y no sufran ningún tipo de maltrato físico por negligencia.
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