Minutos antes de las 10 de la mañana, Guadalupe llegó al que fue su lugar de trabajo por muchos años, el Hospital General de Zona número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al sur de la Ciudad de México, ahora convertido a COVID-19.
El 15 de junio cumplo 20 años de jubilada, y al enterarme que mi hospital era COVID& es una sensación muy fea, de saber que tus compañeros están en riesgo", señaló Guadalupe Ramírez Villalobos, ex subjefa de enfermeras del HGZ 8.
En la entrada del lugar se encuentra con su amiga y excompañera de trabajo, Ana María.
Ante la emergencia, nosotros como grupo de jubilados y algunos activos, decidimos apoyarlos". Ana María Balderas, enfermera jubilada.
A pesar de formar parte de la población en riesgo, apoyan a médicos y enfermeras que trabajan en el que llaman, "su hospital".
Les preguntamos qué era lo que más urgía, y decidimos que las caretas era lo más urgente". Ana María Balderas, enfermera jubilada.
Caretas, sí; pero también donaron plumas.
Nosotros nunca hubiésemos pensado en las plumas de colores, porque se quedan dentro de las áreas COVID y ellas ya no las recuperan", relata Guadalupe Ramírez.
El diseñador Jorge Hernández las ha apoyado en esta labor.
Estamos aportando en el transporte, las llevamos, traemos y fabricamos estas caretas, con diseños exclusivos para el sector salud". Jorge Hernández, diseñador industrial.
Antes de entregar la ayuda, toman una fotografía, para dejar registro. Este apoyo y solidaridad no se han limitado a sus compañeros jubilados, incluso han recibido apoyos desde el extranjero.
En esta ocasión, Guadalupe, pudo entrar a "su hospital", para ser testigo de que las caretas llegaron a los rostros de quienes luchan contra la pandemia.