Este domingo, elementos de la Guardia Nacional decomisaron 541 caballitos de mar estaban listos para ser llevados a California, Estados Unidos; esto durante sus tareas de inspección en inmediaciones de la alcaldía Venustiano Carranza, en la Ciudad de México.
El aseguramiento se llevó a cabo en una empresa de mensajería, en la que los agentes vieron una caja de cartón, la cual al ser escaneada con un equipo de Rayos X mostró formas con diferentes densidades, y al abrir el paquete encontraron una bolsa transparente con los peces.
Los caballitos de mar están dentro de la norma oficial mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010:
Protección Ambiental-especies nativas de México de flora y fauna silvestres-categorías de riesgo y especificaciones para su inclusión, exclusión o cambio-lista de especies de riesgo, regulada por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES).
El Agente del Ministerio Público de la Federación fue informado de los hechos y continuará con las investigaciones correspondientes para dar seguimiento a las direcciones del remitente y del destinatario a fin de deslindar responsabilidades.
Características de los caballitos de mar
- También llamados hipocampos
- Se considera como un pez de la familia de syngnátidos
- Hay 40 especies diferentes de caballitos de mar en el mundo
- Miden entre uno y hasta 35 centímetros
- No sobreviven al cautiverio debido al estrés
¿Por qué se trafican los caballitos de mar?
Pese a las regulaciones de diferentes países que regulan dicha práctica, la compraventa de estos animales no cesa.
Y es que, según la medicina tradicional china, se le han atribuido propiedades afrodisíacas a los caballitos de mar que, una vez capturados, son disecados y reducidos a polvo para que el consumidor lo usen condimento en la cocina.
- El kilo de esta especie cuesta va desde los 10 mil y hasta los 53 mil pesos, por lo que se ha convertido en un negocio rentable.
Es preciso destacar que en México, la coordinación que existe entre la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Policía Federal, la Procuraduría General de la República (PGR) y la Administración General de Aduanas y, ahora, la Guardia Nacional para inhibir el tráfico ilegal de flora y fauna silvestre protegida tales como los caballitos de mar.
Asimismo, el marco legal vigente permite una mayor participación de la Profepa en la defensa de la flora y fauna silvestre, pues se le reconoce como representante legal de la sociedad para exigir la reparación de los daños ocasionados por conductas que afecten el medio ambiente.