Son las despensas que logró reunir Pascual para apoyar a otros indígenas, que, como él, viven en la Ciudad de México, y se han visto afectados al no poder trabajar debido al COVID-19.
Recibimos mucho acopio, pero nosotros hicimos las bolsas de despensa, entregamos 220, en total, 520 despensas que se entregaron a las familias", establece Pascual de Jesús González.
Para este esfuerzo y apoyado por organizaciones, Pascual integró una lista para que pudieran acudir a recibir el apoyo quienes sí lo necesitaban.
Es el caso de Marbella, quien vive hace cinco años en la capital del país, junto a su mamá y su hermano menor, ella es estudiante de preparatoria, pero en su tiempo libre trabaja en una fonda, su mamá labora en casas haciendo limpieza.
Marbella Martínez Ramírez, indígena de Oaxaca, cuenta que, con la pandemia el trabajo de ambas disminuyó: "A nosotros si nos ayuda porque ya no gastamos mucho en comida y como pagamos renta, pues el dinero nos rinde un poco más", dice.
También recibió una despensa, la señora Aurelia, quien es artesana de Querétaro dedicada a elaborar muñequitas Otomíes, ofrece sus artesanías en el centro histórico de la capital, ahora no tiene a quien venderle.
Con esta pandemia la verdad sí nos afectó mucho, porque ahorita no tenemos ni lugar ni dónde vender. Me alegro que nos apoyen, que nos tomen en cuenta más que nada como artesanas, como indígenas de aquí de la CDMX", señala Aurelia Torres.
Para este esfuerzo se contó con ayuda que llegó incluso desde el extranjero, en específico, de República Checa de donde se mandó una donación bastante grande, entre familia, conocidos, y Marta Oliva Islas de la Organización Arista Social, quien se encargó de comprar, de organizar.
No pensábamos que íbamos a juntar tanto y ahorita ver en lo que se ha convertido", reitera Rafael Delgado, también de la Organización Arista Social.
Si la pandemia en CDMX lo permite, dice Pascual, buscarán recaudar más víveres para hacer más despensas.