Por ley, todos los vehículos de transporte público deben contar con una póliza de seguro de responsabilidad civil vigente, según establece el Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México, por lo que, ante cualquier accidente, los usuarios están asegurados.
El artículo 46 del reglamento capitalino establece que la póliza debe amparar la responsabilidad civil por daños y perjuicio que con motivo de la prestación del servicio pudiese ocasionar a los usuarios o terceros en su persona o patrimonio, dependiendo de la modalidad de transporte.
Así, los usuarios de transporte público no deben ignorar que por el sólo hecho de usar estos medios tienen derecho a un seguro y si sufren algún accidente o lesión a causa de éste, pueden solicitar sin problema que se haga efectivo.
¿Ante qué te ampara este seguro?
Un póliza de seguro de responsabilidad civil cubre los daños materiales por un choque y las lesiones que puedan sufrir los pasajeros o terceros; también contempla atropellamientos y muerte.
El seguro cubre sólo las situaciones que son ocasionadas o relacionadas al conductor; si una persona muere por causas de enfermedad o de manera natural dentro de una unidad de transporte público, el seguro no tiene ninguna obligación.
En caso de sufrir algún incidente, lo principal es no moverse del sitio hasta que llegue el ajustador, en caso de que las heridas requieran hospitalización, la policía o ambulancia tiene la obligación de tomar los datos del conductor y los datos de la unidad para poder hacer válido posteriormente el seguro.
- Además, es muy importante que se haga la denuncia ante el Ministerio Público.
Si el vehículo no cuenta con un seguro vigente, la persona o los afectados en general tienen el derecho de solicitar a las autoridades que realicen una investigación para dar con el responsable del incidente y de esta manera adjudicar los gastos al responsable.