Después de varios trabajos para controlar el incendio forestal en el Cañón de San Lorenzo, en la Sierra de Zapalinamé, por fin logró ser sofocado en su totalidad.
El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, visitó la base de los brigadistas que combatieron el siniestro, que se suscitó desde el pasado 8 de abril, y los felicitó. Participaron 121 brigadistas de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Urbano (Smadu), de la Subsecretaría de Protección Civil, Conafor, Sedena, Profauna, de las unidades de Protección Civil de Arteaga y Ramos Arizpe, y de Ecología Municipal de Saltillo.
También se contó con la ayuda de helicópteros provenientes de Nuevo León, gestionados por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Se mantendrá un operativo de vigilancia de 48 horas para que no exista posibilidad alguna de que el fuego reinicie. Se estima que la vegetación afectada fue de un 90% y un 10% de arbolado adulto de pino piñonero y bosque de encino-pino; con 450 hectáreas siniestradas.
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