Después de años de no verse, familias separadas por cuestiones migratorias se reencontraron de manera emotiva, en medio del Río Bravo en Ciudad Juárez. Esto provocó que se derramaran lágrimas en el punto geográfico que divide México y Estados Unidos.
Gracias a las peticiones de la Red Fronteriza de los Derechos Humanos, en Estados Unidos, y del Instituto Fronterizo Esperanza, en México, se realizó el encuentro llamado "Abrazos, no muros", en el cual, más de 100 familias se abrazaron, y pidieron no más separaciones de familias a causa de las deportaciones.
Cuando llegaron los familiares de ambos lados fronterizos -los de Juárez vestidos de blanco, y de azul los de El Paso, Texas-, comenzaron a gritar a sus padres, hijos y hermanos de ambos lados para decir que estaban presentes, en medio de las miradas de agentes de la Policía Federal, del lado mexicano, y de la Patrulla Fronteriza del lado estadounidense.
Los minutos que tuvieron para abrazarse se sintieron como segundos para los que ahí se reencontraron y que en algún momento cruzaron esa frontera en busca de una mejor condición de vida, decisión que ahora los mantiene separados por cuestiones políticas.
Otro reencuentro de migrantes