Vin Diesel, feliz por su hijo pero triste por Paul Walker

EFE Estados Unidos 31-03-2015 12:51

El lanzamiento de "Furious 7" servirá para cicatrizar la herida.

Vin Diesel vive estos días una montaña rusa de emociones que refleja en su rostro de tipo duro al que se le ablanda el gesto cuando se le felicita por su reciente paternidad, y se le pierde la mirada al recordar a su amigo Paul Walker, cuya muerte precipitó el fin de la saga "Fast and Furious".

El último capítulo de esta franquicia, "Furious 7", debuta en la cartelera este fin de semana con un sabor a despedida, con un guión alterado por la fuerza de la tragedia, con un final cargado de simbolismo en el que los personajes se dicen adiós y los actores hasta siempre.

Diesel, de 47 años, compartió sus pensamientos con durante un paseo sobre el asfalto gris del aparcamiento del estadio de béisbol de los Dodgers, entre coches y remolques, en una jornada soleada y ventosa en la ciudad de Los Ángeles.

Su inconfundible voz grave y seca, un distintivo de sus personajes de acción, apenas encuentra resuello para expresar el vacío que dejará el estreno de "Furious 7", un filme que mantiene muy presente la figura de Walker.

Desde que su compañero de reparto se matara en un accidente de coche por exceso de velocidad en noviembre de 2013, Diesel, estrella y productor de "Fast and Furious", ha estado absorbido por la película y en las últimas semanas se ha volcado en su promoción.

Ahora todo el mundo le pregunta por Paul Walker, pero eso cambiará dentro de unos días. El lanzamiento de "Furious 7" servirá, emocionalmente, para cicatrizar la herida.

"Es una tortura todo lo que echamos en falta a Paul, nos tratamos de recuperar de eso cada segundo", comentó Diesel, quien decidió llamar Pauline a su hija nacida el 16 de marzo fruto de su relación con la mexicana Paloma Jiménez en honor a su difunto colega.

"Esto es especial, estoy agradecido con el estudio por permitirnos estrenar esta película con un sensación de cierre", explicó el intérprete, que vuelve a encarnar al mecánico Dominic Toretto, un expresidiario aficionado a las carreras callejeras.

En inicio, "Furious 7" se iba a grabar simultáneamente junto con la octava y la novena entrega de esta franquicia, pero las prisas por llevar la séptima parte a los cines hizo que los planes se aceleraran y se descartara el rodaje múltiple.

La desaparición de Walker dejó la producción en vilo hasta que el equipo encontró una fórmula con la que se sintieron cómodos para terminar el proyecto con la ayuda de efectos visuales, imágenes inéditas del actor y la colaboración de sus hermanos, que hicieron de su doble físico para algunas tomas.

Para Diesel el final de "Furious 7" es "sagrado" y "sin distracciones".