Sherlock Holmes tendrá su propia exposición en Londres
El detective estará al descubierto más allá de la lupa y la pipa.
Un retrato inédito del escritor británico Arthur Conan Doyle es una de las joyas de la exposición que el Museo de Londres dedica desde mañana viernes al famoso detective Sherlock Holmes, al que redescubre desde sus orígenes en 1887.
"Sherlock Holmes: el hombre que nunca vivió y jamás morirá", abierta al público hasta el 12 de abril, explora la figura de este enigmático personaje de ficción en un momento de máxima popularidad, con una serie de la BBC en pleno apogeo y una nueva novela, a cargo de Anthony Horowitz, a punto de publicarse.
Al igual que en los libros de Conan Doyle, la ciudad de Londres tiene un papel dominante en la muestra, pues, como explica la comisaria Pat Hardy, "con su niebla y ambiente de misterio, es casi otro personaje en las aventuras del sabueso".
El reto para Hardy, responsable de dibujos e ilustraciones, fue "encontrar elementos que pudieran relacionarse con Sherlock Holmes de inmediato, a pesar de que es una figura literaria y no una persona real".
Atravesando una puerta camuflada en una biblioteca ficticia, el visitante se adentra en la exposición, la mayor dedicada a Holmes en 60 años, que empieza con un recorrido por las series y películas que le han hecho mundialmente famoso y con imágenes del Londres victoriano del siglo XIX.
"En esa época, Londres era una urbe poderosa, dinámica, imperial, se construían grandes hoteles y edificios gubernamentales. Era una ciudad donde alguien adinerado podía requerir los servicios de un detective como Sherlock Holmes", explica Hardy.
Filmes y fotografías de los antiguos taxis tirados por caballos -como los que él toma cuando debe salir corriendo de su domicilio en el 221B de Baker Street- o vistas del Támesis envuelto en la neblina provocada por la contaminación industrial componen el escenario evocado en las novelas.
También se destacan las emblemáticas ilustraciones que Sidney Paget hizo para la serialización de las aventuras de Holmes en la revista "The Strand", que tanto han contribuido a formar la imagen que hoy tenemos del detective, con su gorra, su lupa y su pipa.
La perpetua fascinación con el personaje se debe a que "es el padre de la literatura detectivesca y forja con Watson una de las amistades más profundas de la ficción".
"Además, Conan Doyle recrea a la perfección en sus novelas ese mundo victoriano que ya no existe, pero que sigue vivo en cuanto se abre uno de sus libros".