Publican raro cuento de Tennessee Williams
Se basó en una amiga de la Universidad para una historia de deseo, arrepentimiento y embriaguez.
Antes de que su madre inspirara el personaje de Blanche DuBois en "Un tranvía llamado deseo" y su hermana el de Laura Wingfield en "El zoo de cristal", Tennessee Williams se basó en una amiga de la universidad para una historia de deseo, arrepentimiento y embriaguez.
"Crazy Night" (Noche loca) es un cuento corto que el público general no había visto hasta que se publicó este mes en el número de primavera de The Strand Magazine, una revista trimestral con sede en Birmingham, Michigan. La historia es narrada por un estudiante del primer año de pregrado que confiesa su romance con una alumna del último año, Anna Jean. Williams, mientras asistía a la Universidad de Misuri en Columbia, salió brevemente con Anna Jean O'Donnell y escribió poemas sobre ella.
"Parece que ('Crazy Night') fue escrito cuando Williams era bastante joven, probablemente alrededor de los 1930", dijo el editor en jefe de Strand, Andrew Gulli, quien ha descubierto obras de Mark Twain, Joseph Heller y Robert Louis Stevenson.
"Lo gracioso es que Williams en sus cuadernos y memorias describió con mucho detalle sus romances pero de Anna Jean sólo hizo una pequeña mención. ¿Será esta la pieza que falta en el rompecabezas?".
Gulli encontró el cuento en el Centro Harry Ransom de la Univesidad de Texas, uno de los principales archivos literarios del país.
"Crazy Night" transcurre en un campus no especificado a principios de los años 30, después del crash de 1929 y antes de la revocación de la ley seca en 1933, cuando los "estudiantes que se graduaban o reprobaban la universidad tenían prácticamente todos los motivos para emborracharse y poco o nada digno que beber". El título se refiere a un ritual al final del trimestre de primavera durante el cual los estudiantes suelen excederse con el alcohol y el sexo, un parranda "febrilmente alegre" en apariencia pero "en realidad la noche más triste del año".
"Hay un tema de decepción, el viejo 'tema de la deshonestidad' de 'La gata sobre el tejado de zinc caliente''', dijo Gulli. "Pudo mostrar cómo bajo el manto de respetabilidad sus personajes tenían inseguridades terribles y secretos oscuros. Williams era un maestro mostrando la desesperación y necesidad de los humanos por compañía y era igualmente hábil para mostrar cómo las relaciones se tornan amargas y llevan al cinismo".
Williams fue celebrado por sus obras teatrales, pero durante décadas escribió cuentos cortos, muchos de los cuales se publicaron en la antología de 1985 "Tennessee Williams: Collected Stories". En la introducción del libro, su amigo Gore Vidal escribió que los cuentos eran en esencia un diario novelado de Williams, quien murió en 1983.
"Lo que fuera que le pasara, real o imaginado, lo volvía prosa", escribió Vidal. "Excepto por excursiones ocasionales a la fantasía, se mantiene bastante apegado a la vida como la vive o se la imagina. No, él no es un gran cuentista como Chekhov pero tiene algo más excepcional que mero genio. Tiene un tono de voz narrativo que es completamente convincente".
El lenguaje de Williams en "Crazy Night" es sensual y romántico, con el tipo de frases dramáticas que Blanche DuBois habría usado, ya sea refiriéndose a una "nube negra de terror incipiente" en la mente del narrador o saboreando el aire de la noche que " frío y dulce, vagamente perfumado con una vid en flor".
Aun en los tiempos de mayor restricción, Williams escribió abiertamente sobre sexo y "Crazy Night" incluye una escena en la que muchachos del primer año de la universidad, en su mayoría vírgenes, son llevados a un cuarto y emparejados con chicas.
"Se manejó de un modo muy pragmático", escribió Williams, "casi como la vacunación el primer día de escuela, a cada chico se le permitió cinco minutos, entraba pálido, temblando, y salía emocionado con una mirada tímida en el rostro, indicando llanamente la diferencia entre un éxito inicial o el fracaso en la escaramuza sexual".
Según las memorias de Williams publicadas en 1975, el dramaturgo y O'Donnell tuvieron un "pequeño romance enternecedor e inocente". En su poema "Para Anna Jean" la llama una "obra bien montada, con luces y pantallas", una descripción que pudo haberse aplicado a Blanche y otras heroínas de Williams. En "Crazy Night", Anna Jean deja al narrador por otro estudiante no sin antes disfrutar "del nivel de intimidad máximo".