Campaña colombiana en contra de horrores ortográficos tatuados
Tatuarse "Dios vendice mi familia" podrá dejar de ser una buena intención mal escrita gracias a un curiosa campaña de un instituto colombiano que busca promover la corrección de las faltas ortográficas de los tatuajes a través de las redes sociales.
La iniciativa, que se llevará a cabo el próximo mes de septiembre promocionada con la etiqueta #caroycuervoink, es parte de las actividades del Cuarto Festival de la Palabra que organiza ese instituto.
La idea, promovida a través de Twitter, es que las personas envíen fotografías de tatuajes que tengan errores y horrores ortográficos, y a cambio tendrán la oportunidad de que expertos tatuadores corrijan el error.
Frases como "La vida no es fasil" o "ai vamos" [sic] dejarán de ser elementos vergonzosos para los portadores de grabaciones corporales, que recuperarán el orgullo con el que originalmente fueron inspirados.