Excavan la tumba de un poderoso faraón guerrero
Se demuestra una influencia de la cultura egipcia en la tierra de Israel.
Excavada en el afamado Valle de los Reyes, en Lúxor, la tumba de Seti I reseña que no sólo fue el padre del célebre Ramses II, sino un poderoso faraón guerrero que desempeñó un papel fundamental en la pacificación del Nilo y la restauración del Imperio.
Ex sacerdote de Amon, soldado en las filas del Ejército de Horembeb y capitán durante el reinado de su progenitor, Ramses I, socavó el todavía influyente poder de los sacerdotes de Ajnaton y recuperó grandes porciones de territorio.
Arqueólogos israelíes documentaron esta semana, sin embargo, que su autoridad y la profundidad de sus conquistas en Canaan y Galilea llegó, probablemente, más al norte de lo que hasta la fecha se había logrado probar.
Bajo metros de tierra, y quebrado en pedazos, hallaron en el Valle de Jezreel, a escasos kilómetros al sur de la ciudad de Nazaret, un sarcófago de la edad de Bronce con un sello dorado en forma de escarabajo de época de este faraón, vinculado al culto de Seth, el dios egipcio de la guerra.
"Es una caja de arcilla cilíndrica con tapa antropomorfa y estaba rodeada de vasijas, vasos canópticos, platos y huesos de animales", en una disposición similar a los enterramientos de nobles egipcios, a los que se preparaba y surtía para el tránsito a la otra vida, explicó el doctor Ron Beérei, uno de los jefes de la excavación.
En su interior descansaba un esqueleto de un hombre adulto, con una daga, una copa, piezas martilladas y el citado sello administrativo, que indica que era un alto cargo, probablemente local y al servicio de la XIX dinastía.
Además, los egipcios solían enterrar a sus muertos en su patria, y no rodeados de divinidades cananeas.
"En uno de los flancos del sarcófago hay una figura de un hombre con peinado egipcio, orejas, y como en los sarcófagos de los faraones egipcios, con las manos cruzadas sobre el pecho" y los restos demuestran "una profunda influencia de la cultura egipcia en la tierra de Israel durante el segundo milenio antes de Cristo, probablemente a través de la sociedad cananea o de las ciudades cananeas del valle de Jezreel".
El hallazgo es relevante por al menos dos motivos más: uno, porque es el primero de estas características que se desentierra en Israel en los últimos cincuenta años, y dos porque confirma el valle de Jezreel como la ruta que los egipcios utilizaban para comunicarse con sus colonias en Siria.
Para la historia bíblica se entiende, además, como una nueva confirmación del relato de las escrituras: dado que Seti I gobernó entre el 1290 y el 1279 antes de Cristo, los eruditos asocian su figura con el padre del faraón que envió a los judíos al exilio en el desierto.
Las teorías que se manejan aseguran que durante el primer año de su reinado envió una expedición militar para reconquistar la tierra de Canaan que alcanzó la localidad de Beit Shean, situada al sur del lago Tiberiades o Mar de Galilea.