La fiebre de los cromos del Mundial invade Brasil
La misma Dilma Rousseff dijo coleccionar el álbum.
La fiebre del intercambio de cromos del álbum oficial del Mundial de Brasil tomó el país anfitrión, cuando faltan 26 días para el partido inaugural, invadió las redes sociales e incluso contagió a la presidenta, Dilma Rousseff.
La mandataria confesó el pasado jueves, durante una cena con periodistas deportivos, que "como todo el mundo" se entregó a la pasión de coleccionar las fotos de los jugadores de las 32 selecciones y ya consiguió completar el álbum, con sus 640 cromos.
A diferencia de la jefa de Estado, miles de brasileños todavía están dedicados a la labor de recopilar los cromos y de cambiar los repetidos en reuniones en puntos tradicionales de muchas calles del país, que se repiten de Mundial en Mundial.
Para facilitar la vida de los coleccionadores, muchos brasileños recurren a la tecnología y usan aplicaciones de teléfono móvil y páginas en las redes sociales para tratar con otros aficionados.
Con un mazo de cromos repetidos en la mano y una lista de los que faltan garabateada en una hoja de papel en la otra, decenas de personas, de todas las edades, se arremolinaron este sábado frente a la puerta de un centro comercial del barrio carioca de Botafogo para negociar el cambio de los cromos.
Uno de los cromos más difíciles y sin duda el más buscado es el de Neymar, estrella del Barcelona y de la selección brasileña, según la opinión unánime de los coleccionadores.