Deleitan con marimba en el Conservatorio Nacional
Destacó el talento de los niños chiapanecos de Amigos del Sol.
El talento del Ensamble Centzontli y la técnica depurada de la Orquesta y Coro de la Secretaría de Marina Armada de México, se fusionaron anoche con los sonidos de la marimba interpretados por los niños del Amigos del Sol, para crear una atmósfera festiva en el Conservatorio Nacional de Música.
En el concierto titulado “Al son de la marimba. Las maderas que cantan a través de los niños”, las tres agrupaciones deleitaron al público, que llenó casi en su totalidad el recinto, con un programa en el que predominaron temas tradicionales de la cultura popular mexicana.
En el espectáculo musical destacó el talento de los niños chiapanecos de Amigos del Sol, quienes evidenciaron su virtuosismo y se ganaron el reconocimiento y los aplausos del público al interpretar piezas como “Al son de la marimba”, con arreglos de Zeferino Nandayapa (1931-2010).
Bajo la batuta de Zaeth Ritter y la coordinación de Norberto Nandayapa, la velada comenzó con el son indígena “Bolchón”, pieza representativa en las comunidades de la región de los altos de Chiapas, para luego continuar con una energética ejecución de “Canon en D Mayor”, de Johann Pachelbel (1653-1706).
Al interpretar los temas “Camino a San Cristóbal” y “Los parachicos”, piezas tradicionales, comenzaron a subir los ánimos de los presentes que acompañaron con aplausos el ritmo de las melodías. La emoción no decayó para la siguiente canción; “Viva la feria”, de Alberto Domínguez (1907- 1975).
Tocó el turno a la presentación de un solo a cargo de Sergio Trujillo, quien indicó que interpretaría el tema “Chichén Itzá”, el cual estaba en boga cuando el músico comenzó a adentrarse más en el estudio de la marimba.
“Cuando terminé mis estudios y quise dedicarme a la ejecución de este instrumento me fue muy difícil comprar uno porque eran muy costosos, de modo que me dediqué a construir mi propia marimba”, dijo.
La declaración de Trujillo y su maestría para ejecutar la marimba cautivaron al público que respondió con ovaciones que duraron varios minutos. De la emotividad se pasó a un ambiente festivo cuando en la sala se escuchó un popurrí de sones tradicionales, “Zeferino”, de Víctor Mendoza y “Fantasía profana”, de Zeferino Nandayapa.
Los niños de Amigos del Sol no perdieron oportunidad para lucir su talento en breves solos que ejecutaron durante un mosaico de temas veracruzanos, integrado por “La bruja” y “El cascabel”, entre otros huapangos, que lograron además que varios de los asistentes bailaran.
Ante la petición de los presentes para que las tres agrupaciones deleitaran con una pieza más, Ritter dirigió a los músicos para ejecutar “Oda a la alegría”.
Una vez concluido el concierto, autoridades del Conservatorio Nacional de Música entregaron a representantes de cada uno de los grupos un reconocimiento por su participación en la velada y en agradecimiento, Norberto Nandayapa tomó la batuta para ofrecer al público una última canción; “Mambo no. 8”, de Dámaso Pérez (1916-1989).