George Clooney y su criticada foto con "La última cena"
Los retratos junto a esta obra están prohibidas para los turistas.
Los actores George Clooney, Matt Damon y Bill Murray, junto al resto del elenco de "The Monuments Men", se han inmortalizado junto a "La última cena" de Leonardo da Vinci, imagen que ha generado revuelo en algunos medios italianos pues los retratos junto a esta obra están prohibidas para los turistas.
Las fotografías junto al famoso fresco de "La última cena", que puede contemplarse en la iglesia Santa María delle Grazie de Milán, están prohibidas para los turistas debido a la fragilidad de la obra, aunque en algunos casos contados se puede lograr un permiso.
Y eso es lo que han hecho los protagonistas de "The Monuments Men" durante su visita a Italia para presentar la cinta, que narra la historia real de unos militares que durante la Segunda Guerra Mundial formaron un pequeño grupo especial para intentar rescatar obras de arte en manos de los nazis.
"Las estrellas de Hollywood y la foto "prohibida" a los turistas delante del Cenáculo ("La última cena") de Leonardo", tituló el diario Corriere della Sera en su web y señala que la extrema fragilidad del fresco hace que las imágenes solo puedan tomarse con autorización del responsable del departamento de Bienes Arquitectónicos, Alberto Artioli.
Este tipo de autorizaciones se conceden una decena de veces al año, especialmente para libros y otros materiales de difusión, y viene concedida previo pago de un canon.
Artioli, que autorizó el retrato de los protagonistas de la película e incluso les acompañó en la visita, señaló, según el diario, que "estas fotografías son un vehículo de comunicación extraordinario que llegan a todo el mundo".
"La Repubblica" en su edición internet también se hace eco del posado y titula: "Clooney como Berlusconi, la foto prohibida en el Cenáculo".
Así el diario indica que la imagen "desencadena polémicas y trae a la memoria el precedente de julio de 2010", cuando el que fuera primer ministro italiano Silvio Berlusconi posó frente a la obra junto al entonces primer ministro ruso Dmitri Medvedev.