Christie's vende Botero por casi $1.5 millones
"Hombre yendo a la oficina" se vendió en Nueva York.
Una pintura de Fernando Botero, "Hombre yendo a la oficina", se vendió el miércoles en Nueva York por casi 1.5 millones de dólares.
El cuadro de 1969 facturó 1 millón 445 mil dólares en la subasta de arte latinoamericano de la casa Christie's, lo que estuvo dentro de su estimado de 1.2 a 1.8 millones. El precio de venta incluye la prima de la transacción.
Con sus 188 por 188 centímetros (74 por 74 pulgadas), "Hombre yendo a la oficina" aborda uno de los temas más importantes para Botero: la familia.
"Aunque es una imagen aparentemente idílica de abundante armonía doméstica... lo convencional se vuelve extraño a través de las manipulaciones de proporción radicales del artista", dijo Christie's en un comunicado. "Aquí, el esposo es empequeñecido por sus colosales esposa e hija, que parecen demasiado grandes para su bien amueblada casa, que irónicamente es apenas contenida por el amplio espacio del lienzo extragrande".
También el miércoles la rival Sotheby's espera recaudar entre 2.5 y 3.5 millones de dólares con un colorido Matta de fines de los años 30.
El óleo de 73 por 91.2 centímetros (29 por 36 pulgadas) data del "periodo crucial de 1938-1939 en el que el artista (chileno) amplió el legado de miembros más antiguos del grupo surrealista como (Yves) Tanguy, (Joan) Miró y (Max) Ernst para crear obras visionarias a través del movimiento inconsciente del lápiz o el pincel", dijo Sotheby's en un comunicado.
La casa también ofrece valiosas obras de Rufino Tamayo, Joaquín Torres-García, Jesús Rafael Soto y Emilio Pettoruti, entre otros, como parte de su venta primaveral de arte latinoamericano en Nueva York.
De Tamayo resaltan los óleos "El muchacho del violón" (1990) y "Hombre perseguido" (1956), con precios estimados en entre 800 mil y 1.2 millones de dólares el primero y 600 mil a 800 mil dólares el segundo.
El constructivismo de Torres-García está presente con "Grafismo infinito" (1937), que la rematadora anticipa vender por entre 600 mil y 800 mil dólares; y el cinetismo de Soto con "Escritura Anne" (1966), con precio estimado en entre 500 mil y 700 mil.
"'El muchacho del violón' es una de las últimas obras realizadas por Rufino Tamayo durante su extensa trayectoria. La composición brillantemente efectiva de un triángulo creado con el cuello, extremo final y arco del violín, aunado al fondo abstracto de franjas horizontales como los de una bandera, es un poderoso testimonio del perfecto control que el artista tuvo de su arte al final de su carrera", dijo Sotheby's.
Destacó la pieza de Soto como un raro ejemplo de su temprana serie Escrituras, en la que cartas de alambre se suspenden frente a cuerdas de nylon creando "uno de los efectos más míticos y sugestivos" en la obra del venezolano. Y de su compatriota Carlos Cruz-Diez resaltó "Fisicromía", en la que el artista "experimentó con teorías de luz animadas por el diálogo de la composición entre materiales formales e informales".